lunes, 12 de mayo de 2008

Extraña sensación

Un vacío la invadía,
una extraña sensación de soledad
era ahora su compañía.
Solía aparecer de noche
sin previo aviso.
Se acostaba junto a ella
y la hacía sentir sola,
muy sola…
Su fiel acompañante
no la dejaba dormir.
Era insistente
y no paraba de decir
lo mucho que quería verla sufrir.
Era malvado,
enorme y poderoso en verdad…
Era la peor compañía
que alguien pudiera tener.
Que ¿cómo se llamaba su acompañante?
Angustia era su nombre de pila
y soledad su artístico.
Era perverso,
muy injusto,
no la dejaba dormir
y la hacía pensar por demás.
De día lograba alejarlo,
pero de noche él siempre volvía.
Ese horrible sentimiento
con la luna crecía
y la agobiaba hasta el cansancio,
hasta que ella gritaba: ¡BASTA!
y lograba descansar.
Cada día esto se repetía
y se preguntaba
¿cuándo habría de terminar?
“Pronto”, le respondía,
“todo depende de ti”.

1 comentario:

probando dijo...

vaya, me descuido y vuelves a postear despues de un tiempo de sequia. Muy bueno, sigue asi!